jueves, 26 de marzo de 2009

EL PRINCIPIO DE UN FIN

El día comenzaba a llegar a su fin, la verdad no recuerdo ni que día, ni que mes ni siquiera que año. Recuerdo que me encontraba sentado frente a una computadora, por fin había terminado la escuela y ¿Ahora que seguía? Me recosté en mi vieja cama, y observe a mi alrededor todas mis pertenencias comenzaban a adquirir una ligera capa de polvo, abandonado en aquel cuarto me preguntaba si toda mi vida me encontraría encerrado en aquel cuarto.
Al final de cuentas todo se volvía rutina, del trabajo a la escuela y de la escuela a aquel cuarto, sin línea de teléfono y sin internet mi computadora parecía comenzar a maldecirme. No había pasado mucho tiempo desde que la había adquirido y solo la utilizaba para realizar los trabajos que en la escuela dejaban. Abandonado y sin amigos. Así había transcurrido todos mis años de vida, comenzando desde unos padres que te abandonan por el simple hecho de no quererte. Hasta el hecho de tener que vivir solo y tener que trabajar para mantenerme.
Vivía solo en un cuarto que había logrado rentar cerca de la escuela, la dueña no confiaba mucho en mi cuando lo quise rentar y adelantando un poco de dinero al final conseguí quedarme con el cuarto, no tenia a donde mas ir… a donde quiera que fuera las puertas se me cerraban.
El destino estaba empeñado en hacerme sufrir. Encerrado en mis pensamientos y en mi futuro, comenzaba a darme por vencido, ya no tenia ganas de seguir luchando… Recuerdo que la ultima noche en aquel cuarto todo se había tornado de un color negro, llegue temprano, había suspendido las clases por un mini incendio que había provocado, ya estaba harto de todo y de todos, era momento de darle fin a estas pruebas que la vida no se cansaba de poner. Abrí una caja de cuchillos le quite el polvo y recordé que me los había ganado en alguna ocasión en la feria, como desesperado rompí la caja y saque un cuchillo, lo primero que se me ocurrió hacer fue cortarme las venas pero, eso seria muy fácil… tome el cuchillo e hice una pequeña abertura en el brazo izquierdo, mi sangre comenzó a brotar y con la mano derecha la tome, en el escritorio vi un cuaderno y sin esperar mucho me acerque a el y comencé a escribir.

“Aquí se encuentra aquel que nunca quiso hacer daño”

Sonó el celular. Desde hace unas semanas que no lo hacia conteste sin querer y active el altavoz… aquella voz que escuche me dejo inmóvil, mi abuela me pedía que regresara a casa, me dijo que prepararía un cuarto que le había desalojado en aquella casa donde viví mi infancia.
No lo podía creer, desde que había dejado la casa no había sentido tanto deseo de volver de sentirme protegido. Me quede suspendido en el tiempo sigo sin recordar como paso tan rápido el tiempo que en 20 minutos mis abuelos ya se encontraban esperándome para llevarme a casa. Les dije que subieran a ayudarme mientras me encerraba en el baño a tratar de limpiar los restos de una cobardía. Mi abuela se dio cuenta y corrió a abrazarme y no parábamos de llorar.

Pasaron los días… y tal vez los años.. En casa de mis abuelos por fin pude instalarme como quise… el polvo de mis pertenencias había desaparecido y el internet llego a mi computadora. Es así que gracias a ella… este Bogart puede seguir con ustedes peleando contra todo, y así… y así comenzó el Principio de mi Fin.